El último caso involucra a cinco familias en la localidad canaria de Rincón de Conde, entre ellas, la de un joven productor que perdió su cultivo de papa en enero de este año y que se animó a denunciar a su vecino sojero, mientras que el resto prefirió callar en pos de una buena vecindad. También una escuela rural, que tiene un campo de soja a menos de 50 metros. El colectivo Por un Canelones Libre de Soja presentó esta semana ante la Inddhh una carpeta con siete casos y 13 firmas de afectados desde 2008.
Como en un déjà
vu sin fin, José Luis Clavijo repite el relato de muchos de sus colegas
productores afectados en esta última década: “Empecé a ver los daños en las
hojas de mis cultivos de papa a mediados de noviembre del año pasado. Pensé que
era una peste que le entra a las plantas....
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate