A pesar de que no tuvieron el tamaño de las recientes protestas estudiantiles, las movilizaciones de fines de mayo a favor del gobierno fueron significativas. Le dieron un respiro –quizás efímero– a la administración de Bolsonaro y estabilizaron su relación con un Congreso díscolo. Sin embargo, la oposición desde el movimiento social no pretende dar el brazo a torcer.
En defensa de la
educación pública, pero sobre todo contra la reforma previsional, sindicatos y
movimientos populares preparan una huelga general contra el gobierno de Jair
Bolsonaro para el 14 de junio. El último antecedente, la huelga general de
abril de 2017, fue bien grande. A la del próximo viernes ya adhirieron
sindicatos de transporte, metalúrgicos y profesores, pero todavía se desconocen
los alcances y el tamaño q...
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