Mientras el fútbol uruguayo se apronta para un clásico histórico en el estadio Campeón del Siglo, los clubes sufren por sus finanzas, incluidos los grandes. En Nacional la nueva directiva asumió un pasivo de 42 millones de dólares, sin dinero en caja para afrontar la ampliación (por ahora trunca) del Gran Parque Central, y en Peñarol hace dos años que no se aprueban los balances, pero la deuda, contando el estadio, llega a los 50 millones de dólares.
Muchas veces el fútbol
es una moneda al aire, porque el éxito o el fracaso lo determina una pelota que
pegó en el palo y entró desatando festejos, o que se estrelló contra el
travesaño y se fue afuera provocando rabia y tristeza. También el fútbol genera
muchas monedas y millones, pero en finanzas nada es tan azaroso: si acumulás
deudas, t...
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