Si bien, hasta ahora, Verónica Alonso no ha logrado despegar con su discurso cada vez más conservador ni Edgardo Novick erigirse como el outsider que llegó para arrasar, los analistas no les restan importancia ni consideran que hayan tocado su techo. Hay quienes creen que lo que sucede es que la derecha, con propuestas como la campaña Vivir sin Miedo, del candidato asociado desde siempre al wilsonismo, ha ampliado la oferta de posturas retrógradas dentro de los partidos tradicionales y su electorado se ve más difuminado.
Ahora que parecen estar todos los precandidatos
sobre la mesa y las encuestadoras pueden medir el alcance de quienes se batirán
en junio, la tentación de sacar conclusiones aumenta. No obstante, los
analistas son los primeros en invocar la calma y en “bajar la ansiedad...
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