Lo mejor es latino
Por fortuna nuestras carteleras no están del todo cerradas al cine latinoamericano, y las que, a mi entender, fueron las tres mejores películas exhibidas este año forman parte de este boom continental que se viene dando y que ningún cinéfilo debería ignorar. Zama es Lucrecia Martel volcada a un cine histórico como nunca se ha visto, a contracorriente de los relatos oficiales y con el foco puesto en la podredumbre colonizadora del hombre blanco. Por su parte, la coproducción brasileño-uruguaya Benzinho, de Gustavo Pizzi, es un demoledor relato que expone, sutilmente y desde una óptica coloquial y cotidiana, cambios sociales tan terribles como auténticos: la desaparición de las clases medias trabajadoras y la desintegración familiar en el Brasil de hoy. Para cerrar el año...
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