Julio, un ex soldador de Arrozal 33 que se enfermó por trabajar, “quedó con una secuela, tiene un 30 por ciento de discapacidad y esta patología, por otra parte, es irreversible”, consideró el médico que lo atendió en el Banco de Seguros del Estado. Luego de esa declaración y del cambio de jueza, la empresa se mostró dispuesta a negociar una indemnización, mientras se conforma una junta médica que asesore al juzgado sobre el caso.
El martes fue la primera audiencia pública en el juicio que Julio le inició a Arrozal 33.1 Para que eso ocurriera, antes tuvo que haber un cambio de jueza. La anterior, María del Rosario Berro, que pese a haber sido recusada por el trabajador siguió actuando hasta el 12 de noviembre, había impedido el ingreso de la familia, la prensa e incluso del abogado de la ...
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