En el contexto modernizador y revolucionario de los años sesenta, un amplio grupo de intelectuales uruguayos interesados en acompañar la expansión del mercado lector, el boom editorial y la formación de públicos, decidió volver a pensar las preguntas que hasta entonces se habían formulado a propósito de la realidad nacional, la posesión de un patrimonio cultural y el difícil equilibrio entre rigor y difusión masiva. Con la orientación de algunos de los intelectuales más brillantes del país, se embarcaron en un análisis plural y actualizado que lograría un éxito sin igual.
Del latín fasciculus, “hacecillo”, de la familia etimológica de “haz”: pequeño haz de hojas.
Las críticas al presente y la incertidumbre del futuro suelen conducir a la sobrevaloración del pasado y a una exacerbación de...
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