La decisión del presidente Michel Temer de entregar la seguridad de la “ciudad maravillosa” a las fuerzas armadas, además de tener un objetivo político electoral, instaló aun más el miedo entre los habitantes de las favelas cariocas, ya criminalizados por el Estado desde hace años.
No lleve un paraguas largo, por si se confunde con un arma y le disparan. Avise a los amigos sobre los lugares a los que se dirija y la hora de llegada a casa. Si lleva un objeto caro tenga encima el recibo de compra para que no piensen que lo ha robado. Si paran el coche, pida permiso al militar para abrir la guantera y mostrar la documentación, en caso contrario podría pensar que va a sacar un arma. No salir a altas horas de la noche. Y si es mujer, homosexual o transexual, no ir solo, siempre acompañado.
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