El año de Saeko (Alfaguara, 2011) era, al menos, una novela inquietante. Un programador informático aficionado a fotografiar gatos se enamoraba del llanto de su vecina y entonces se desataba, compleja, una historia de amor. Y no otra cosa es lo que vuelve a proponer el japonés Kyochi Katayama en Un grito de amor desde el centro del mundo, título altisonante para una novela breve que llegó a vender 3 millones de ejemplares en su país, se tradujo a varias lenguas e inspiró una película, una exitosa serie televisiva y un cómic manga. La historia es la de Sakurato y Aki, dos liceales de una ciudad de provincia a la que Katayama le adelanta, ya desde el primer capítulo, su trágico final. La novela principia con el viaje familiar a Australia para esparcir las cenizas de Aki; puesto que conocemos...
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