Los robots, la inteligencia artificial, las impresoras 3D y la Internet de las cosas han provocado una nueva revolución industrial que amenaza sustituir al ser humano hasta en procesos que requieren manejos cognitivos y no meramente rutinarios. La destrucción de muchos puestos de trabajo es reconocida en los países capitalistas desarrollados, que ensayan un paliativo con algunas experiencias de la renta básica universal. Hasta ahora la razón del avance tecnológico ha sido la necesidad del capital por competir mejor y aumentar sus ganancias. Como el desarrollo de la automatización parece inexorable, la cuestión es quién lo gobierna y quiénes deben incorporarse en las definiciones. En Uruguay la discusión ya comienza.
Los cambios en los modos de producción han sido característicos del dev...
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