“Sus mercenarios atacan a los que más odian sus señores, la sede de la democracia” expresó a través de Twitter el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Zarif. Mientras un comando atacaba en el mausoleo de Jomeini, otro entraba en el Mayles, el parlamento iraní, armado y con cinturones explosivos. Los terroristas lograron ingresar en el recinto, donde tomaron rehenes durante algunas horas. El saldo son al menos 17 muertos y 50 heridos (Mehr News, 8-VI-17). Según fuentes oficiales, los terroristas eran iraníes y contaban con antecedentes. Al menos cinco murieron por el accionar de las fuerzas de seguridad o se inmolaron al activar sus cargas explosivas, y una sexta atacante ha sido detenida, junto a otros cinco sospechosos. El grupo terrorista Estado Islámico se adjudicó el doble atentado a través de su agencia Amaq, incluyendo un video de los terroristas dentro del parlamento, posiblemente grabado con una cámara GoPro. Terrorismo en directo.
Irán es de mayoría chiita, apóstatas para Daesh (acrónimo de Estado Islámico en árabe), y por lo tanto en primera línea de sus objetivos. La organización había amenazado directamente al país persa por su apoyo a los gobiernos de Irak y Siria. En un video de marzo de este año lo acusaba de ser refugio de apóstatas e infieles, y de “engañar a los sunnitas, mientras que judíos iraníes viven con seguridad en Irán bajo su protección”. Hasta ahora, Daesh no había golpeado en Irán, aunque, según las autoridades, los servicios secretos iraníes habrían desactivado al menos cien intentos de perpetrar un atentado dentro del territorio iraní (Hispantv, 8-VI-17).
El momento de los atentados no ha sido casual: estamos en la segunda semana del mes sagrado de Ramadán, en el que el grupo terrorista había llamado a aumentar los ataques. Mientras pierde terreno en todos los frentes: Raqqa, su “capital” en Siria, y Mosul, en Irak, están bajo asedio desde hace meses. También hay que poner en el tablero que Arabia Saudita y algunos de sus aliados, pocos días después de la visita del presidente Trump, han aislado a su vecino Qatar bajo la acusación de sostener organizaciones terroristas. Detrás de estas medidas, posiblemente, se encuentra la relación cordial de Qatar con Irán, el principal rival de los saudíes. Si bien un general del Cuerpo de Guardianes de la Revolución acusó directamente a Arabia Saudita de estar detrás de los ataques, ni el presidente Rohani, ni el Ayatollah Ali Jamenei lo han hecho. El ministro de Inteligencia Seyed Mahmud Alavi dijo que es pronto para aventurar conclusiones.
“Je suis Teheran”, dice en letras blancas sobre fondo negro la foto de perfil de una colega iraní, que pocos han replicado, mientras el hashtag #wearetogether se multiplicaba en las redes, junto a mensajes de apoyo. La cancillería de Uruguay también condenó los ataques.
Por su parte el comunicado de la Casa Blanca de solidaridad con las víctimas, cerraba con un párrafo diciendo que los “Estados que apoyan al terrorismo se arriesgan a convertirse en víctimas del mal que promueven”. Podría ser un mea culpa, pero se refería a Irán.
- Esto sin contar con los atentados contra científicos iraníes entre 2010 y 2012, que el gobierno consideró atentados terroristas. (Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2012/01/11/actualidad/1326298646_640372.html)