Finalmente, en la primera vuelta de las elecciones francesas del domingo pasado ganaron dos outsiders (véase Brecha de la última semana), los dos que las encuestas de opinión preveían: la ultraderechista Marine Le Pen y el liberal Emmanuel Macron. Le Pen no es a ciencia cierta una outsider (su Frente Nacional, FN, tiene varias décadas de existencia), pero se presentó como “candidata antisistema” y se postuló por un partido que ha sido constantemente excluido por el resto de la dirigencia política (aunque el día después de la primera vuelta anunció que se tomaba “unas vacaciones” de su puesto como presidenta del partido).
Las otras conclusiones de esta primera vuelta tampoco fueron sorpresivas: la caída a niveles “griegos” del Partido Socialista, que retrocede a su mínimo histórico (poco...
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