“Sé que he perdido tantas cosas que no podría contarlas y que esas perdiciones, ahora, son lo que es mío”, escribe Borges en “Posesión del ayer”. Es necesario perder las cosas, que ya no sean más que espectros virtuales de un pasado glorioso, de una edad de oro, para que puedan convertirse en enteramente nuestras. En este fragmento borgeano palpita la misma sintonía que en el espíritu de Tesoro, novela de Carlos Rehermann galardonada con el primer Premio Nacional de Narrativa 2015, concurso que cada año organiza la Fundación Lolita Rubial y Banda Oriental. El jurado estuvo conformado por Vanina Arregui, Óscar Brando y Rosario Peyrou, quienes de manera unánime decidieron que esta novela era la merecedora de la máxima distinción que otorga el concurso.
¿En qué sentido palpitan en la misma...
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