—Como candidato a dirigir la Emad tuviste varias entrevistas en el proceso de selección, en las cuales expusiste tu visión del rol de la escuela en el medio artístico nacional. A un mes de haber asumido como director, ¿hay algunos de esos objetivos que ves más viables y otros que por la matriz estructural y política son más difíciles de lograr, por lo menos en un primer período de gestión?
—Difíciles son todos, imposible ninguno. Pero incluso los que son más difíciles se van destrancando, aprovechando todo el trabajo que ya habían hecho direcciones anteriores: Omar Grasso, Ruben Yáñez, Mariana Percovich, Coco Rivero, con la dirección interina de Alicia Migdal. Ahí ya se había hecho un montón de trabajo y hay muchas líneas que se continúan, por ejemplo la de la tecnicatura universitaria ...
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