La mañana del 18 de mayo de 1976, cuando Marcos Gutiérrez y Juan Raúl Ferreira llegaron al hotel Liberty de Buenos Aires con la intención de contarle a Zelmar que el “Toba” había sido secuestrado y “Chicho” Michelini les dijo que con su padre acababa de suceder lo mismo, los muchachos descubrieron que en la lista de teléfonos que sus padres les habían dado para utilizar en una circunstancia como esa había un nombre que se repetía, el de Edward Kaufman.
Porteño y judío, Kaufman se había radicado en Israel 16 años atrás. Su primera actuación pública fue asumir la secretaría del Comité pro Amistad Israel-Cuba. Más tarde conduciría la Unión de Estudiantes de Israel, y cuando sobraban militantes para ocuparse de la situación de los judíos en la Unión Soviética prefirió dedicarse a ayudar a l...
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