Tengamos la fiesta en paz - Brecha digital
Destacados Suscriptores

Tengamos la fiesta en paz

Fue la muerte de cinco chiquilines después de la fiesta de Costa Salguero, en Buenos Aires, lo que logró que en esta banda comience a hablarse del consumo de drogas de síntesis. Cómo y quiénes las fabrican, quiénes las consumen y cuáles son sus efectos. Tarde piamos, pensará alguno, pero puede que esta vez se logre que la conversación sea razonable.

Pastillas de éxtasis / Foto: dea

Tomarse un ácido fue, durante décadas, una experiencia de la que muy pocos en este país podían dar cuenta. Era casi imposible encontrar Lsd y, si alguien había traído algunas dosis de Estados Unidos o Europa, eran escasísimos los que podían pagarlas. Los hongos alucinógenos eran el sucedáneo tercermundista disponible para los que se sentían atraídos por esa clase de búsquedas, pero los resultados de su ingesta eran demasiado imprevisibles para que se convirtieran en un ítem relevante en el menú de la psicodelia oriental.

Hoy el desarrollo de la bioquímica está determinando la capacidad creciente de producir sustancias psicotrópicas; las personas que tienen (o creen tener) el conocimiento necesario para hacerlo son cada vez más, y el equipamiento requerido es cada vez más accesible. La p...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Uruguay Suscriptores
Sequía de derechos en el trabajo rural

Las uvas de la ira

Especial 8M Suscriptores
UNIDAD Y DIVERSIDAD EN EL MOVIMIENTO FEMINISTA

«Gracias, amigas»

Especial 8M Suscriptores
El Parlamento busca flexibilizar la normativa que regula la gestación subrogada

Vientre ajeno

Especial 8M Suscriptores
El FA discutirá la ética de los dirigentes denunciados por violencia de género

Lo personal y lo político

Economía feminista: una corriente alternativa que pone la vida en el centro

«Las feministas estamos desordenando el tablero económico»