Clink caja - Brecha digital
Edición 1586 Suscriptores

Clink caja

Abitab y Red Pagos ya no son sólo el lugar para pagar las cuentas, sino que ofrecen apuestas, productos, entretenimiento, y próximamente recarga de las tarjetas Stm. Vienen expandiendo su presencia en el sector financiero, y Abitab incluso maneja la posibilidad de constituirse en un banco minorista. En este contexto, Urupago, una nueva red, gana fuerza en el Interior con 70 locales.

Foto: Mauricio Kühne

Una de las mayores ambiciones de un empresario es crear un modelo de negocios tan potente que genere nuevas conductas y cierta dependencia hacia el producto o servicio que ofrece. Si además esa marca se identifica como herramienta que facilita la vida de los usuarios y tiene amplia receptividad, todo parece color de rosa. Abitab, nacida como red de cobranzas, logró la fidelidad de un público que, cuando surgió en 1993, estaba acostumbrado a pagar sus facturas y realizar movimientos de dinero en diferentes lugares, que en ocasiones implicaba hacer largos trayectos, y sobre todo insumía un tiempo que, a la luz de la inmediatez del milenio, parece intolerable.

Red Pagos surgió como competidor en 2001, y a pesar de su importante expansión, el mercado fue generoso como para albergar a ambos....

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Uruguay Suscriptores
Sequía de derechos en el trabajo rural

Las uvas de la ira

Especial 8M Suscriptores
UNIDAD Y DIVERSIDAD EN EL MOVIMIENTO FEMINISTA

«Gracias, amigas»

Especial 8M Suscriptores
El Parlamento busca flexibilizar la normativa que regula la gestación subrogada

Vientre ajeno

Especial 8M Suscriptores
El FA discutirá la ética de los dirigentes denunciados por violencia de género

Lo personal y lo político

Economía feminista: una corriente alternativa que pone la vida en el centro

«Las feministas estamos desordenando el tablero económico»