Barbosa, en cambio, es conocido por su orientación neodesarrollista, y su designación fue recibida con cierto alivio por el Instituto Lula y por el PT, que estaban pidiendo a gritos un cierto “retorno a las fuentes” para congraciarse con una izquierda que también le estaba quitando el apoyo a un gobierno al cual sólo defendían para impedir un “golpe de Estado parlamentario” y el retorno anticipado de la derecha. Pero Barbosa no ha dado signos todavía de cambio: antes de asumir mantuvo una teleconferencia con inversionistas en la que anunció que no hará cambios sustanciales en la política fiscal de Levy y que su objetivo será mantener un superávit primario equivalente al 0,5 por ciento del Pbi para 2016. Levy proponía que se elevara a 0,7 por ciento, y esa discrepancia habría sido el motivo...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate