Basta ver una edición del programa Pasión (domingo, 22 horas, en Vtv) para comprender que las canchas del fútbol uruguayo pasan por el mejor momento de su centenaria historia. Con excepción del parque Nasazzi (construido, al parecer, en la única zona del Prado en la que el pasto crece de forma despareja), las otras 15 canchas del profesionalismo uruguayo se mueven entre la dignidad y la excelencia. Vamos camino a que el eterno “mal estado de nuestras canchas” ya no sirva para explicar el nivel no del todo excelso de algunos partidos.
Sin embargo, la situación cambia cuando llevamos nuestra vista más allá de los límites del –ahora sí– verde césped. Las tribunas de la mayoría de los estadios parecen no haber sido tocadas por el hombre o la mujer en las últimas cinco o seis décadas. No ser...
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