“No esperamos a Gavazzo ni mañana ni pasado mañana en los tribunales federales”, aseguró con displicencia un secretario de juzgado federal acostumbrado a lidiar con causas de lesa humanidad en los últimos diez años. La noticia acerca de la decisión de la Corte Suprema uruguaya de acceder al pedido de extradición formulado por la justicia federal argentina sobre José Nino Gavazzo, Ernesto Soca y José Arab, los tres ex militares uruguayos que participaron de la represión de opositores políticos en el centro clandestino de detención Automotores Orletti, ubicado en el barrio porteño de Floresta, entre marzo y noviembre de 1976, no generó revuelo en los tribunales argentinos. Aunque sí alivio y satisfacción por los avances en la cooperación judicial entre ambos países.
Pero a falta de Gavazz...
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