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Avances en la investigación del asesinato de Sergio Lemos
El Ministerio del Interior presentó información que confirma que el arma fue agregada por la Policía, mientras se suman elementos a la causa judicial.

La causa sigue abierta tras el procesamiento por homicidio simple, el jueves 7, del agente de la Guardia Republicana que disparó. Durante el fin de semana, un par de testigos presentaron su declaración frente a la jueza penal de decimocuarto turno a cargo de la causa, María Elena Maynard. Según pudo saber Brecha, cinco testigos del asesinato de Sergio Lemos han declarado hasta el momento, pero faltan muchos más.


El viernes 8 una de las chiquilinas que había ido a acompañar a la familia de Sergio al coordinado del Cerro, adonde una patrulla policial llevó el cuerpo acribillado del muchacho, agregó a la causa otra denuncia. Tal como relatara Brecha en su edición pasada, la joven fue golpeada por una serie de agentes, al menos uno de ellos de particular, que acordonaron la policlínica. Otros dos adolescentes fueron detenidos y liberados al día siguiente por la jueza Aída Vera Barreto, que entendió que no había motivo para iniciar un proceso. Acompañada por abogados de Ielsur, la chica contó lo sucedido ante la Institución Nacional de Derechos Humanos, que dirigió el testimonio a la sede penal actuante. Tres días después, el lunes 11, sucedió otro hecho “irregular”. Así fue catalogado por Charles Carrera, director de Secretaría del Ministerio del Interior, cuando un grupo de vecinos le relató lo que sigue: dos policías se presentaron en un auto, todos de particular, en la casa de la chica denunciante de la golpiza recibida en el centro asistencial preguntando muy amablemente cómo estaba y qué sabía, si podía reconocer a quienes la habían golpeado. Los vecinos tenían contacto con el jerarca tras una reunión pedida por parte del secretario a los vecinos de Santa Catalina, semanas después de que tuvo lugar el caso de abuso policial denunciado a comienzos de setiembre. La chica se alertó por las preguntas, que no se acompañaban de orden judicial alguna, y recurrió a los vecinos, que llamaron al director de Secretaría. Los agentes se retiraron.

LA CONFERENCIA. El hecho fuerte sucedió el miércoles 13. Asediado por preguntas y cuestionamientos desde todas partes, el Ministerio del Interior (mi) llamó a una conferencia de prensa. De izquierda a derecha se colocaron Julio Guarteche, director nacional de la Policía; Jorge Vázquez, subsecretario del mi; Eduardo Bonomi, el ministro; y Carrera, ya mencionado. Los dos jerarcas principales del ministerio y el director de la Policía escucharían diez minutos más tarde al ministro decir: “Pido disculpas no sólo a la familia de Sergio Lemos, sino a toda la comunidad de Santa Catalina”. Pero antes de llegar a las disculpas el ministro reafirmó que él no había dicho que Sergio disparó, sino que dijo que esa era una de las versiones existentes, la de la policía, y que había otra, la de los vecinos, que la desmentía. El ministro agregó que su respuesta había sido cortada por los canales de televisión –sólo uno la había pasado completa–, que lo habían entrevistado a la salida de un desayuno de Somos Uruguay, el martes 5. Que horas más tarde la versión policial había sido descartada al recibir la información de urgencia pedida a la propia Republicana. Junto a esa, el ministerio abrió dos investigaciones más: una a nivel de la Jefatura de Policía capitalina y otra en Asuntos Internos. “Hoy de tarde, también como resultado de la investigación, se hizo la denuncia penal al respecto, y se dispuso iniciar los sumarios correspondientes, con separación del cargo a quienes entendemos que están comprometidos con los hechos”, afirmó. Los efectivos sumariados son cinco de la Guardia Republicana y dos policías de seccionales de la Zona IV, según aportó Bonomi.
Cruzando información brindada por dos sistemas tecnológicos: el Tetra, “un sistema de comunicación digital encriptado” –que graba los diálogos de los handies de los agentes y georreferencia los equipos–, y el Sistema de Control Vehicular –Sisconve, que también georreferencia los móviles–, se armó un documento “cronológico” con las ubicaciones de los 12 vehículos actuantes y los diálogos de 21 handies. De todo eso, en la conferencia se presentó la información referente a la aparición del arma calibre 38, presentada por la Policía como encontrada en la escena del crimen. “No nos quedan dudas de que el arma fue agregada, diría virtualmente agregada”, afirmó Bonomi.
A continuación, una larga cita del inspector Guarteche que detalla el accionar del móvil 263, “cuyos integrantes ya fueron investigados por la justicia y también por la instructora de la investigación administrativa”: “Desde que llegó a las 21.07 hasta las 22.01, hubo por lo menos dos registros de comunicaciones que se hicieron del área buscando el arma, sin ubicarla. A las 22.04, el móvil policial se está retirando del lugar hacia Burdeos por Santa Catalina. A las 22.08, no encontrándose en el lugar del hecho, efectúa la primera comunicación que hace referencia al hecho de haber encontrado un arma: ‘ok, se efectuó un rastrillaje, se encontró un arma, se encontró un arma, centro para su conocimiento’. No se estaba en el lugar del hecho, no se dio cuenta al oficial de control que estaba a cargo del procedimiento y se realiza una comunicación individual, no una comunicación general, que hubiera permitido al oficial que estaba a cargo del procedimiento enterarse de que había aparecido un arma. A las 22.08:39 el móvil hace otra comunicación referida al arma, siempre por canal particular, sin haber enterado al oficial: ‘Póngale en conocimiento –se está refiriendo al superior que se encuentra en el centro de comando unificado que requería información del arma – que se encontró un arma. Se encontró un arma, puede ser la involucrada en el procedimiento’. A las 22.09:08 siguen dando información del arma por canal privado: ‘38, con tres proyectiles, aparentemente está embarrada, embarrada’. Después de esto, a las 22.09, toma la calle Burdeos dirigiéndose a la Seccional 19, donde llega a la hora 22.36”.
La información aportada confirma que el arma fue agregada por la Policía, y a su vez abona la tesis de que posiblemente nunca haya estado presente en el lugar del crimen.

Tres preguntas al ministro

Brecha —Horas después de la muerte del muchacho se hizo presente la Guardia Republicana en Santa Catalina. ¿Quién ordenó que fuera la fuerza de choque y por qué motivo? ¿Quién ordenó su retiro?
Eduardo Bonomi —Había una situación irregular, entonces se pidió la intervención de la Guardia por agresión a un ómnibus de cutcsa. Fue lo que llegó. Después solamente quedó en el lanzamiento de cócteles que no se pudo apagar. Y también hubo otras irregularidades. Se retira cuando se entiende que la situación está enquistada en sí misma y no va a ir más lejos que eso.
—Teniendo en cuenta que fue una acción coordinada, ¿qué garantía puede darse desde el ministerio que una situación similar no vuelva a ocurrir?
—Nosotros hacemos un compromiso de tratar de evitar esto. Yo, ¿qué garantías tengo de que tú no escribas una nota y digas que yo me hice representante de la posición del policía? ¿Qué garantías tengo? No sé. Nosotros investigamos y tratamos de evitar lo que sucede. Si funcionarios de una determinada repartición estatal ayudan al contrabando, ustedes no dicen: “la aduana ayuda al contrabando”, porque es equivocado. Cuando funcionarios policiales cometen irregularidades, ustedes sí dicen la Policía hace tal cosa, y es un error. ¿Se responsabiliza a la persona que ejerce determinada profesión o se responsabiliza a la profesión? Nadie puede dar garantías de que en el ejercicio de una profesión no se cometan errores, la garantía que se puede dar es que se van a perseguir los errores y se va a hacer el máximo esfuerzo para que no se cometan.
—¿En qué estado está el sumario iniciado contra los policías de la denuncia anterior de Santa Catalina?
—No tenemos el informe. Está para hacer el informe de la investigación administrativa de Asuntos Internos.
—Usted hizo declaraciones en el sentido de que ya tenía certezas de que el abuso había ocurrido…
—Eso es por otra cosa. Una cosa es tener la certeza, tener elementos de quién, cómo, cuándo, por qué, eso no lo tengo todavía. No recibí un informe pero me han dicho que está avanzado. Los policías están separados de la función, pero no están separados de la Policía porque esa investigación no terminó. Hoy planteamos la separación del cargo (de los que actuaron cuando la muerte de Lemos) porque las investigaciones que estaban en marcha terminaron. Pasamos a la etapa de sumario. En el otro caso no. Están fuera de donde estaban en ese momento, pero no se los separa de la Policía hasta que no termine la investigación.
—¿Están activos?
—Están activos pero fuera de donde estaban. Fueron trasladados hasta que termine la investigación.

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